TRABAJO INFORMATIVO Y DE INVESTIGACIÓN SOBRE:

El TOMATE Y AJIES EN ETAPA DE FRUCTIFICACIÓN EN LA EXTENSIÓN UNIVERSITARIA, SAN JOSE DE AREOCUAR MUNICIPIO ANDRES MATA. U.P.T.P LUIS MARIANO RIVERA.

Recopilador: Néstor José Malavé Mata.

GENERALIDADES Y PERSPECTIVAS TECNICAS:

Dentro de las acciones y actividades agrícolas de siembra y recolección, en el P.N.F en Agroalimentación y los programas agrícolas técnicos que posee la U.P.T.P Luis Mariano Rivera, La siembra y cultivo del tomate y del Ají, se comienza por precisar que estas plantas, son de versátil acción técnica y de subsistencia, que se siembra y cultiva en todo el mundo en diversos entornos, tanto al aire libre como en invernadero entre otras opciones.

A raíz de ello, los programas y acciones técnicas, operativas y factibles de formación práctica académica socio educativa y universitaria, están enmarcados en el uso y practicidad metodológica, del nuevo contexto agrícola, el pragmatismo de la investigación acción participativa, (I.A.P) donde se compagina la labor técnica, los factores metódicos y tecnológicos, materiales, tipos de semillas entre otros, para la siembra y el cultivo de modernos procesos agrícolas para sus mejoras en labores de producción vegetal, que contribuyan al cultivo y avance de tipología y elevada calidad alimenticia y nutricional, como el tomate y el ají, respectivamente.

De igual forma las estructuras técnicas y de soporte epistemológico científico y teórico, correlacionados con las líneas de investigación, con sus axiomas reales y factibles, del hecho académico de cimiento, científico referencial y tecnológico, soportan los alcances viables, para el abordaje de campo de la siembra y cultivo y monitoreo, socio productivo de agronomías como el tomate y el ají, en proceso de fructificación, los cuales son opciones alimenticias naturales de rápido acción funcional, que rinde beneficios sociales y comunitarios a los objetivos y metas propuestas, donde la múltiple y diversas labores pragmática del uso de labranzas rentables representan, las variaciones de adaptación de los tipos de cultivos, el manejo de sus condiciones naturales, climáticas, de suelos, de registro de crecimiento, propiedades nutricionales y alimenticias a entre otros factores y variables a considerar.

Esta adaptabilidad requiere ajustar la fertilización a las condiciones específicas de crecimiento.   Los tomates se desarrollan mejor en suelos bien drenados y prefieren los climas cálidos (18-27 °C) aproximadamente. Aunque son moderadamente resistentes a la sequía, los tomates requieren una gestión adecuada del agua para obtener un rendimiento y una calidad óptimos Las plantas al aire libre necesitan entre 4.000 y 6.000 m³/ha, mientras que las de invernadero pueden requerir hasta 10.000 m³/ha, aproximadamente.

Por otro lado el ají prospera en climas cálidos y requiere un entorno a pleno sol para producir sus característicos frutos picantes. Puntos clave de cuidado incluyen asegurar humedad constante sin encharcar las raíces y proporcionar soporte a la planta a medida que crece y da frutos. Ají es relativamente fácil de cuidar debido a su naturaleza robusta pero el control de plagas vigilante es crucial para garantizar un crecimiento saludable.

Ají prospera mejor en condiciones de pleno sol, con al menos 6 a 8 horas de luz directa diaria para optimizar el crecimiento y la producción de frutos. Si bien ají puede tolerar la luz del sol, recibiendo menos horas de luz solar, estas limitaciones de luz pueden llevar a rendimientos reducidos y un crecimiento menos vigoroso, este hecho destaca las condiciones geo ambientales y naturales de la planta.

La planta se ha adaptado para maximizar la absorción de luz a través de sus hojas anchas, lo que puede influir en la intensidad del picante de los frutos y la salud de la planta. Para el cultivo al aire libre, ají debe plantarse en un lugar donde la luz solar sea abundante durante la mayor parte del día. Ají no suele ser una planta de interior, por ende, no son necesarios detalles de cultivo en interiores

ACCIÓN RECOMENDADA DE LOS CULTIVADORES:

Los cultivares de tomate se clasifican en tres grandes grupos según sus patrones de crecimiento: determinado, indeterminado y semi-determinado. El patrón de crecimiento de la planta determina la dinámica de las necesidades de nutrientes a lo largo del ciclo de crecimiento del cultivo.

Las variedades determinadas tienen un carácter de crecimiento limitado. Los tallos principales y laterales dejan de crecer tras producir un número predeterminado de inflorescencias (racimos de flores).

Las variedades indeterminadas tienen un carácter de crecimiento ilimitado. Los tallos principales y laterales siguen creciendo y produciendo flores y frutos indefinidamente.

Las variedades semi-determinadas son híbridos de tomates determinados e indeterminados. Tienen un carácter de crecimiento limitado, pero siguen produciendo flores y frutos durante más tiempo que los tomates determinados.

El Ají prospera en ambientes que imitan su clima tropical nativo, donde se beneficia de la humedad alta y constante. Esta especie muestra una preferencia por la hidratación regular sin encharcamiento, reflejando su necesidad de un equilibrio entre condiciones de suelo húmedo y seco. Regar cada semana es óptimo para mantener este equilibrio. Dado que ají suele ser cultivado al aire libre, es importante considerar cómo la lluvia natural contribuye a su calendario de riego, especialmente durante la temporada de crecimiento cuando sus necesidades de agua aumentan

FASES DE CRECIMIENTO DEL TOMATE Y CONDICIONES TECNICAS DE LOS CULTIVOS CITADOS:

El ciclo de vida de la planta del tomate puede, a grandes rasgos, dividirse en cuatro periodos:

  • Establecimiento: desde la plantación o siembra, pasando por el crecimiento vegetativo, hasta la aparición de la primera flor
  • Desde la primera floración hasta el primer cuajado de frutos
  • Desde la maduración del fruto a la primera cosecha
  • Desde la primera cosecha hasta el final de la última cosecha.

El clima tiene un impacto significativo en la frecuencia de riego de tu Ají. En regiones calurosas y áridas, el agua se evapora más rápidamente, lo que significa que tus plantas necesitarán hidratación más frecuente. Por el contrario, en áreas más frescas o húmedas, el suelo retiene la humedad por más tiempo, reduciendo así la necesidad de riego frecuente. Siempre ajusta tu horario de riego de acuerdo a las condiciones climáticas específicas a las que está expuesta tu planta.

El Ají demuestra una notable resistencia frente a las fluctuaciones de temperatura, tolerando un rango de 0 °C (32 °F) a 43 °C (109 °F). Sin embargo, muestra sensibilidad a temperaturas fuera de este rango. En condiciones más frías, por debajo de 0 °C, ají es propenso a daños por heladas, que se manifiestan como hojas marchitas o ennegrecidas. Por el contrario, por encima de 43 °C, puede experimentar estrés por calor, indicado por el escaldado de las hojas y un crecimiento atrofiado. Para proteger ají, utiliza cobertores contra heladas durante los fríos y proporciona sombra adecuada relacionado al proceso de  hidratación en el calor extremo. Estas tolerancias de temperatura permiten que ají prospere en climas diversos, aunque las medidas de protección son vitales durante extremos climáticos para asegurar una salud y productividad óptimas.

Diferentes tipos de suelo tienen capacidades de retención de agua variadas. Por ejemplo, el suelo arenoso drena el agua rápidamente, lo que podría requerir un riego más frecuente para tu Ají. Por otro lado, el suelo arcilloso retiene el agua por más tiempo, lo que puede disminuir la frecuencia. Agregar materia orgánica, como compost, puede mejorar la capacidad de retención de agua del suelo y contribuir a la salud general de tu planta.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Estudios Multidisciplinarios. Equipo de Desarrollo Agrícola. IAP. (2023). Práctica de Tipología de Cultivos de Subsistencia. Tomate y Ají. U.B.V. Maturín Estado Monagas. República Bolivariana de Venezuela.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *