El proceso curricular constituye la organización lógica y cronológica de
los contenidos, los métodos, los medios, las formas organizativas y de
evaluación que posibilitan el aprendizaje de los estudiantes y permiten a la
institución alcanzar un proceso de formación de alta calidad. Para la
institución, el proceso curricular constituye el componente mediador entre
el proyecto educativo institucional y la sociedad y, por consiguiente, el
currículo implica acciones planificadas, orientadas, reguladas por la
institución con el fin de lograr los propósitos educativos. Sus principios epistemologicos se basan en una practica educativa real y moderna, sustentado en la compatibilidad de esfuerzos y axiomas academicos formativos por competencia.
El nuevo contexto laboral obliga a las instituciones de educación
universitarias a modificar su modelo de formación sustentados en currículos
rígidos para dar respuesta a las demandas aceleradas de la sociedad del
conocimiento; en particular, transformar su modelo educativo centrado en la
enseñanza por otro en el que se privilegie el aprendizaje, sustentado en un
currículo flexible que, además de propiciar la adquisición de competencias
específicas, favorezca la formación en un amplio espectro de competencias
genéricas que favorezcan las oportunidades laborales de los egresados.
En la institución, los currículos se diseñarán con el enfoque del
desarrollo de competencias personales y profesionales, con base en objetivos
de formación desarrolladores y en los contenidos esenciales de las ciencias y
de los saberes de los Programas Nacionales de Formación. La dinámica
curricular se manifiesta en el desarrollo del método y la lógica de las ciencias
y de los saberes de los PNF y tiene su máxima manifestación en el proceso de enseñanza– aprendizaje – evaluación, donde el docente, facilitador del
aprendizaje, planea, orienta, dirige y establece una comunicación efectiva
con los estudiantes; elige la didáctica de acuerdo con el contenido de la ciencia
o del saber y optimiza la consecución de las metas de formación de los
estudiantes mediante el diseño y la implementación de ambientes de
aprendizaje, virtuales o presenciales, complementados con el uso de las
tecnologías de la información y la comunicación TIC.
Los currículos y el
aprendizaje se evalúan integralmente y se realimentan para poner en
práctica acciones,que de manera sistemática, garanticen el mejoramiento
permanente y el fortalecimiento de la calidad de los egresados, de los
procesos académicos y de la institución.
Los currículos de los programas académicos se diseñan con base en
objetivos de formación, los cuales determinan las competencias que en cada
nivel del proceso curricular se desarrollan en los estudiantes. Tanto las
estructuras curriculares: las disciplinas, las asignaturas, los temas, las clases y
las acciones formativas, como los contenidos esenciales, los métodos, las
formas, los medios y la evaluación, se articulan entre sí por los objetivos de
formación y determinan el direccionamiento curricular de los programas
académicos de la institución Principios curriculares orientadores
Los principios curriculares constituyen los fundamentos que soportan
y orientan el desarrollo del proceso curricular por acreditación de saberes
y le otorgan al proceso cualidades de orden superior. Los principios rectores
y esenciales del proceso curricular de todos los programas académicos de la
institución son:
1. La formación integral. En la institución, la formación integral se concebirá
como la concreción e integración del “saber” y el “hacer” en el “ser” para
“servir”, máxima cualidad humana que proyecta una actuación idónea de
sus estudiantes y egresados en la vida y en el mundo laboral, con la
correspondiente toma de conciencia de su responsabilidad para asumir el
compromiso ético y social de su actuación.
2. El desarrollo de competencias personales y profesionales. En la
institución, las cuatro dimensiones de la formación integral constituyen
una unidad totalizadora y desarrolladora del estudiante en una dinámica
de transformación permanente: “aprender a lo largo de la vida”, lo cual
promueve una mayor autonomía intelectual: “aprender a aprender”, para
así lograr mayores niveles de desarrollo de sus competencias personales y
profesionales.
3. La flexibilidad. En la institución, la flexibilidad se concebirá en un sentido
amplio como una estrategia curricular, pedagógica y didáctica que permite
al estudiante adaptarse e integrarse al proceso formativo de acuerdo con
sus intereses, necesidades, expectativas, ritmos y estilos de aprendizaje.
La flexibilidad en la institución se abordará en las siguientes formas:
− Flexibilidad temática: consiste en la selección que el estudiante
hace de contenidos de profundización y de complementación del
aprendizaje y se manifiesta en las asignaturas optativas, el servicio
comunitario y el trabajo de grado.
− Flexibilidad para decidir el tiempo requerido para el logro de las
metas de aprendizaje y optimizar la duración del proceso de
formación, de acuerdo con las necesidades e intereses de los
estudiantes.
Movilidad interna de los estudiantes y de los profesores, soportada
por las asignaturas de núcleo común entre los programas de
pregrado y por la articulación pregrado – postgrados.
− La movilidad externa apoyada con el fortalecimiento de los
convenios y las alianzas con instituciones nacionales e
internacionales.
− La flexibilidad en el acceso a diferentes formas y metodologías de
aprendizaje lo que está sujeto al redimensionamiento de las
prácticas pedagógicas y didácticas de los profesores.
4. La interdisciplinariedad. Se concibe a partir de la articulación e integración
entre los contenidos de las disciplinas para dar solución a problemas
reales de la profesión y, de esta forma, lograr una mayor integralidad de
los currículos. La interdisciplinariedad permite el diálogo, la interacción y
la complementariedad entre los profesores y los estudiantes de la
institución.
5. La formación amplia y general de los Programas Nacionales de Formación.
En la institución, los currículos de pregrado se diseñarán con base en la
formación de un profesional de perfil amplio, sin exceso de
especialización, con visión global para aportar soluciones creativas a los
problemas más generales de la profesión, los cuales se manifiestan en las
esferas de actuación del profesional.
6. La sólida formación en las ciencias básicas. La formación en ciencias
básicas que se provee en los programas nacionales de formación de
pregrado, promueve en los estudiantes el desarrollo de un pensamiento
riguroso, necesario para interpretar, modelar y simular los fenómenos, los procesos y los sistemas y aplicar e innovar sobre los desarrollos
tecnológicos de los PNF y afines.
Son cualidades del currículo:
La pertinencia: está dada por la relación que se establece entre la
sociedad y el proceso de formación, determinada por la existencia de los
problemas de la profesión (mundo del trabajo) y su solución (mundo de la
escuela). Las soluciones a los problemas sociales se manifiestan en el currículo
a través de los objetivos de formación.
El carácter sistémico, complejoy critico
de los componentes del proceso: constituye la
relación interna que existe entre las diferentes estructuras curriculares
articuladas por los objetivos de formación.
El enfoque desarrollador de las capacidades y potencialidades de los
individuos que participan y se transforman durante el proceso.
El registro de los documentos rectores como orientadores de la acción
educativa.