La universidad no es un lugar en el cual se establecen
escenarios de formación con el propósito de producir conocimiento que
posteriormente será comercializado con fines de lucro .Tampoco debe formar
parte de la cadena de producción del sector privado, quienes creen que con
financiar investigaciones son los dueños de los resultados sólo para su
peculio. Por el contrario, el conocimiento que se desarrolla en los escenarios
de formación universitarios debe estar dirigido a resolver los retos sociales
del entorno y todos aquellos que se relacione directa o indirectamente con el
bienestar social, con lo humano, destacando las cadenas productivas.
Desde las perspectivas descritas, el proceso educativo desplegado en los
escenarios de formación, en la universidad venezolana, debe posesionarse
como un proceso comunitario enlazado el currículo, la práctica pedagógica y
a la sociedad en la edificación del conocimiento a través de actuaciones
democráticas, cimentación que se diseña en conformidad con los normas
señaladas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el
Programa de la Patria (2013 –2019) y la Ley Orgánica de Educación (2009)
que además, encierra la percepción de educación popular para el
empoderamiento del ser humano y el afianzamiento del Estado comunal de
producción, y el auge de las cadenas de producción agrícolas y pecuarias.
En este contexto, la construcción del conocimiento en los escenarios de
formación de los saberes económicos debe iniciar la universalización, como
un espacio de inserción, de formación indisoluble, que respalde la
intervención de la sociedad en la reproducción, categorización y socialización
de ideas. La universidad, desde sus espacios de formación tiene que
expresar el nuevo mandato social, reconocer los requerimientos de la
realidad, a un coloquio con las comunidades, a partir un razonamiento del
aprendizaje que posea real trascendencia. Tal como lo refiere González, H.
(2005: 18)
La integralidad de la formación comprometida con las comunidades
supone la participación en la gestación y realización de proyectos
concretos en beneficio de esas comunidades, el estudio de
problemas, contrastando teorías y realidades, la reflexión crítica
individual y en grupo, donde los profesores orientan las actividades
con base en su experiencia y promueven la inmersión de los
estudiantes en las disciplinas de estudio y en el hacer
transdisciplinario de trabajar con las situaciones reales, en diálogo
constante y por tanto en continuo aprendizaje de todos quienes
participan.
No se trata de clases e instrucción sino de estrategias que originen
autonomía, escenarios de aprendizaje exhaustivo, que trasladen los espacios
de formación a los diferentes Municipios. Aprendizaje que se encamine a los
espacios locales y regionales, teniendo presente la cultura de cada localidad
con sus requerimientos, acervos, reclamos y potencialidades. Se trata de
fomentar conocimientos populares y productivos con acercamiento social,
con arraigo e intención, sumergidos en un sitio concreto pero con enfoque
integral, consustanciado con el fomento del progreso endógeno y sustentable
de cada una de los territorios, de modo que los escenarios formativos se
propaguen a todos los contornos de la existencia social y no se limiten a las
aulas.
Constituir, desde los escenarios de formación, mallas de discernimiento y
aprendizaje para la incubación, innovación y adjudicación social del
conocimiento en áreas desde las que se pueda servir a la Nación y participar
vivamente en la articulación y colaboración responsable entre universidades,
en relación con las organizaciones del Estado, empresas sociales en función
de una formación pertinente. Igualmente, se tiene que incentivar la
procreación de diseños económicos novedosos orientados en los modelos de
desarrollo sustentables, endógeno, cogestión, autosustentables, entre otros,
contribuyendo en la edificación de la sociedad inclusiva.
.
Otro aspecto a considerar en los escenarios de formación de los saberes
económicos está asociado a las nuevas posturas de vida, a una experiencia
política diferente, orientadas al cambio de las relaciones interpersonales,
pero además con un diseño económico que rompa con las corrientes
mercantiles y presupuestarias, la sobreproducción y el manejo del consumo.
Redelinear las vías de producción social, para hacer sostenible un esquema
de vida, valorando el trabajo, minimizando la brecha productores y medios de
producción, interviniendo el régimen del mercado y a la mercantilización del
trabajo para ponerle fin.
A tal efecto, los escenarios de formación de los saberes económicos son un
pilar para el fortalecimiento de la economía popular, el utilización eficaz de
los recursos, el progreso del aparato micro financiero, de las acciones de
comercialización en los sectores de la economía popular y la producción del
conocimientos científico para el manufactura y distribución de la materia
prima. Además de la generación de diferentes maneras de asociación
comunitaria respaldada por la iniciativa popular.
Por otra parte, el estudiante que interviene en un proceso de enseñanza y
aprendizaje emancipador y conectado con su contexto debe motivarse a
deliberar en sus escenarios de formación sobre ideas que propicien
incrementos en la producción agrícola, industrial, turística y otros servicios
con el fin de incentivar la intervención protagónica para conseguir la
confianza alimentaria y la soberanía en las áreas industriales y de servicios.
Los pedagogos actualmente tienen un papel protagónico en entusiasmar a
sus educandos por participar en un diseño productivo sustentable.
Estas deducciones evidencian que la enseñanza de las asignaturas del
campo económico, deben alcanzar nuevos caminos que promuevan la
adecuación de sus contenidos al presente, a los cambios socio-económicos
que la dinámica actual impone y las nuevas tendencias que adquiere la
educación dentro de su proceso transformador. Ante este panorama, es
necesario revisar la forma en la que el personal docente organiza sus
actividades para la facilitación del aprendizaje de las asignaturas del campo
de las ciencias económicas, las relaciones docentes-estudiante y como estas
influyen en el proceso, la participación de los actores en el quehacer
educativo, de qué manera los escenarios de aprendizaje influyen en la
enseñanza popular y productiva, así como la disposición que puedan tener
los docentes de asumir los cambios y el estudiante en participar en forma
dinámica de dichos procesos de transformación.
Estas inquietudes cobran sentido en la necesidad de reflexionar sobre los
escenarios de formación de los saberes económicos encaminados hacia una
educación popular y productiva, con la visión de hacerlos más humanos;
donde el docente internalice el significado de su misión dentro de la
educación universitaria y la responsabilidad que tiene de dirigir con acierto al
futuro egresado para que se inserte en el campo laboral con las herramientas
que necesita para ello producto de un proceso formativo con una función
transformadora que busque vincular su naturaleza humana, social y cultural
con los cambios que se originan y requieren en su entorno.
En tal sentido, el estudio tiene como norte una construcción teórica que
ayude a reflexionar sobre la elaboración de conocimientos desde las
instituciones de educación universitaria con una visión actual donde lo
ideológico, cognitivo y la realidad sea diferente a la idea de universidad
medieval. Repensar las implicaciones del nuevo conocimiento en la
orientación humanista que admita que la producción de saberes debe estar
en consonancia con lo que el contexto requiere. Discurrir sobre la
importancia de la transdisciplinariedad del conocimiento para formar un
entramado que tenga como propósito aportar nociones acertadas; además,
de la relevancia que las instituciones universitarias tienen en la construcción
de una sociedad en consonancia con su contexto, con el momento histórico
en el que se desarrolla y con su compromiso político y económico.
Con base en estas ideas surge la inquietud de indagar los criterios que
orientan la producción del conocimiento en los escenarios de formación en la
Universidad Politécnica Territorial en el campo de los saberes económicos en
un contexto de noveles requerimientos para el individuo en lo que se refiere a
sus procesos de creación y apropiación del conocimiento y el perfil del
alumno que supone una profesionalización que según Ávila (1997:2) “debe
interpretar su complejidad del mundo de acuerdo a su postura filosófica, sin
dejarse influir por interpretaciones del profesor”. Por lo que la concepción de
los nuevos escenarios de formación en el campo de los saberes económicos
requiere de una reciprocidad y de una ideología crítica y reflexiva que
vincule el quehacer en los espacios de creación de conocimiento con las
comunidades de influencia de la Universidad Politécnica Territorial.
Lograr esta tarea en los alumnos, investigadores innatos, apunta a especular
sobre un nuevo pensamiento y accionar en los escenarios de formación de
los saberes económicos hacia una forma de creación de conocimiento más
complicado, amplio e investigativo que responda con soluciones a un mundo
repleto de problemas financieros, ecológicos, raciales, de alimentación,
políticos entre otros.